Una póliza de vida tradicional, te cubre por una cantidad de tiempo determinada que va a estar ligada a tus necesidades, por ejemplo, tu hijo acaba de nacer y necesitas una póliza de vida que le cubra hasta que tenga 25 años, para garantizar que va a poder terminar sus estudios etc.
Una póliza de vida con ahorro no termina hasta que lo decidas, es decir, no tienes que definir a cuantos años necesitas la póliza de vida, porque esta se va a mantener vigente por el mismo precio durante todo el tiempo que la necesites.
Además, la póliza de vida con ahorro te genera retornos muy buenos sobre el dinero que inviertes año a año.